
Esta es una situación parecida a la alimentación de los
5000. Aquí vemos como Jesús tiene compasión por las personas porque no tenían
que comer y le preocupaba qué les llegaría a pasar si los despedía en ese estado.
El Señor no podía ser indiferente ante la necesidad, y valla que necesidad, de
alimentar a una multitud. Jesús nuevamente realiza el milagro de multiplicar la
comida ante la duda de sus discípulos. Jesús veía la necesidad y sentía
compasión, pero no se quedaba con los brazos cruzados, satisfacía esa
necesidad.
Cuando vemos a alguien con necesidad en la calle, el
trabajo, el hogar ¿nuestro corazón es movido por la compasión? Cada día
corremos ante lo urgente de la vida distraídos, luchando por conseguir lo que
deseamos, y dejamos de ver la necesidad de nuestro prójimo.
Cuando caminemos por las calles de nuestra ciudad observemos
a la gente. Ellos también tienen hambre, hambre de paz, de justicia, de
libertad, de amor, hambre de la vida que ofrece Jesús. ¿Qué haremos ante esta
necesidad?
Este devocional corresponde al día Viernes. Por problemas en mi conexión a Internet no pude publicar.
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