Marcos 1:12,13
Una gran tarea requiere una gran preparación. El Espíritu guió a Jesús al desierto y él fue. No solo obedeció bautizándose, sino también dejándose guiar por el Espíritu Santo.
¿Pero acaso no era suficiente el bautismo? Jesús podría haber decidido comenzar a predicar aprovechando lo sucedido en el Jordán pero se fue lejos, al desierto y por cuarenta días. Una gran tarea, una gran preparación.
Dios también nos encomendó una gran tarea (Marcos 16:15-18) y no nos dejó solos, sino que también el Espíritu Santo esta con nosotros.
¿Cuántas veces el Espíritu Santo nos habrá querido guiar al desierto? Lo triste es que siempre me encuentra preocupado, distraído.
Pero hoy es un nuevo día, lleno de oportunidades. Hoy quiero escuchar y obedecer al Espíritu Santo.
Comentarios
Publicar un comentario