Observa detenidamente el cuadro, fíjate en los detalles. Esta es una obra de Rembrandt. Me encanta esta pintura. En ella podemos ver como el pintor imaginó la situación que acabamos de leer. Los discípulos desesperados, aterrados por el fuerte viento y los golpes de las olas sobre la barca amenazando volcarla. Algunos están tratando de controlar esas velas destrozadas por el viento, mientras que otros suplican a Jesús que los salve, pero todos están unidos por la misma desesperación y aterrados por el inminente desastre.
Una de las tantas cosas que me llama la atención en esta pintura, es el discípulo que se encuentra justo en el centro de la imagen agarrándose de una cuerda, con una mano en la cabeza y mirando hacia nosotros, como si posara para una foto. Pero lo mas curioso es la cantidad de personas que se encuentran en la barca, ¿puedes contarlos? ¡son catorce! ¿pero acaso no deberían ser 13? doce discípulos y Jesús. Que maravillosa obra, creo que no fue un error, creo que Rembrandt se sentía muy identificado con esta historia y como todo artista supo como transmitir un mensaje. Creo que de alguna manera todos pasamos por una tormenta en nuestras vidas, pero también podemos estar seguros que no estamos solos en esta tormenta ya que en nuestra barca se encuentra Jesús.
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