Continuemos meditando en esta porción.
El Señor Jesús les advierte a sus discípulos que tengan cuidado de la levadura de los fariseos y de Herodes. Ya meditamos de la paciencia que tenía el Señor al explicar cada lección a sus alumnos. En esta oportunidad reciben una advertencia respecto a la influencia que podían recibir de los religiosos y gobernantes. Sabemos que solo un poco de levadura es suficiente para cambiar el estado de toda una masa. Jesús quería que sus discípulos tengan bien en claro el poder de la influencia, solo hace falta una pizca y mis pensamientos y corazón serían cambiados.
Cuidemos nuestros pensamientos, no le demos lugar a la levadura de la religión o la filosofía que nos aleja de Dios, antes bien escudriñemos la Palabra de Dios y nos llenemos de ella.
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