Como sabemos, hoy en día existe un alto porcentaje de parejas que recurren al divorcio. Pasados unos años de casados argumentan que por algún motivo se acabó el amor, y por lo tanto no hay razones para seguir juntos, ni siquiera los hijos. Este tipo de situaciones no solo ocurren en estos tiempos modernos, también en épocas de Jesús ocurrían, y aun entre personas que profesaban ser religiosas.
Como leímos en la porción de hoy, unos fariseos le preguntaron a Jesús, para tentarlo, si era lícito el divorcio. De alguna manera buscaban provocar al Señor, pero él conocía sus intenciones. Jesús les refresco la memoria diciendo que Moisés les escribió un mandamiento permitiendoles divorciarse, y lo hizo por la dureza de sus corazones, y continuó diciendo que no fue así desde el principio. Notemos la diferencia marcada que hace el Señor. Dijo: Moisés les mando, luego cita génesis 1:27 y 2:24 agregando "por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe". De esta manera Jesús deja bien en claro que el deseo y plan original y aun vigente, de Dios es mantener y cuidar la unidad matrimonial. De esta manera el que se divorcia y se une a otra persona, comete adulterio, por que nadie está autorizado a separar lo que Dios unió.
Si estás casado ¡Te felicito! es la mejor decisión que tomaste, por que de esta manera obedeces a Dios y él bendice a quien obedece. Te felicito, por que de esta manera estas cumpliendo el plan de Dios. Si estás pensando en casarte, también te felicito por que será la mejor y mas importante decisión que tomarás en tu vida.
Tal ves no estés de acuerdo con lo que escribí aquí y estas pensando en divorciarte. Solo te pido tiempo y que busques a Dios en oración. Recuerda con tanto amor y esfuerzo llegaste al altar, pues te desafío que con el mismo esfuerzo busques reconstruir tu matrimonio. No lo olvides: para Dios no hay nada imposibles. Tal ves lo veas imposible, pero Dios no lo ve así.
Comentarios
Publicar un comentario