Colosenses 1:13-23
A través de Epafras Pablo conocía lo que estaba pasando entre los hermanos de Colosas, no solo las cosas buenas, sino también los conflictos que estaban surgiendo. De alguna manera ciertos falsos conceptos estaban filtrandoce entre los creyentes, una mezcla de religión, filosofía y superstición estaba causando confusión. Si bien los colosenses estaban creciendo, y su fe y amor por los creyentes era evidente, no estaban exentos de estar expuestos a mentiras y engaños que los podrían apartar de la verdadera vida cristiana.
Esta situación me recuerda mucho a nuestros tiempos. Si bien un día entregamos nuestras vidas a Cristo, y cada día tratamos de buscar a Dios, también cada día nuestra fe, nuestras creencias o convicciones están siendo amenazadas constantemente por la filosofía de este mundo, ya sea en nuestro hogar, en nuestro lugar de formación académica o el trabajo. En algunos lugares más que en otros y algunos días con mayor intensidad que en otros, pero que poco a poco influencian en nuestra manera de pensar y de vivir la vida cristiana.
Esta situación me recuerda mucho a nuestros tiempos. Si bien un día entregamos nuestras vidas a Cristo, y cada día tratamos de buscar a Dios, también cada día nuestra fe, nuestras creencias o convicciones están siendo amenazadas constantemente por la filosofía de este mundo, ya sea en nuestro hogar, en nuestro lugar de formación académica o el trabajo. En algunos lugares más que en otros y algunos días con mayor intensidad que en otros, pero que poco a poco influencian en nuestra manera de pensar y de vivir la vida cristiana.
Volviendo al texto que leímos Pablo no confrontó el error de manera directa, sino que lo dejó expuesto indirectamente al resaltar lo que verdaderamente era importante, la persona de Jesucristo. Creo que esta es una muy buena receta para los momentos de dudas, confusiones o temores, meditar en la persona y obra de Jesucristo. Meditar y reconocer quien es Jesús y lo que hizo por nosotros nos coloca en el lugar correcto y nos orienta en nuestra vida cristiana.
Teniendo en cuenta lo que acabamos de reflexionar, te pido que vuelvas a leer el pasaje de hoy y dejes que el Espíritu Santo te muestre las verdades que Dios quiere grabar en tu corazón.
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