Gálatas 5:7-12
Me gusta correr, no por competencia, pero es una muy buena actividad para mantenerse en forma. Si bien hace bastante tiempo que no lo hago, porque no cuento con el tiempo para hacerlo, hubo una época en la que corría regularmente. ¿Te pasó alguna ves que te haya entrado una piedrita en la zapatilla mientras corrías? No puede ser tan molesto, lo primero que hacía era tratar de acomodar esa piedrita en algún lugar del pie mientras corría, de esta manera solo solucionaba temporalmente el problema, o me acostumbraba a él, solo hasta que la piedrita volvía a tomar su lugar molesto, o hasta que otra piedrita se sumaba para hacerle compañia. Así que creo que no encontré mejor solución que detenerme quitar lo que me estorbaba en la zapatilla y continuar corriendo.
Cuando leí la porción de hoy recordé lo que te relaté, porque dice el verso 7 "ustedes estaban corriendo bien..." y sí, los gálatas estaban corriendo bien la vida cristiana, hasta que algo les estorbó en el camino, ¿y que hicieron con la piedra en el calzado?, trataron de acomodarse a ella, a pesar de ser un estorbo en su carrera.
Creo que precisamente esto es lo que nos pasa a nosotros en nuestro andar diario con Dios. Cada día nos confrontamos con situaciones que nos estorban en nuestra carrera, tal ves se trata de debilidades de la carne o malos hábitos en nuestra conducta, etc. tal ves algo se te viene a la mente que puedas identificar como tu piedra en el zapato. Puede tratarse de personas que solo te están alejando de Dios, como lo que estaba sucediendo en la iglesia de Galacia, o puede tratarse de costumbres religiosas que solo calman nuestra conciencia, y tapan nuestro pecado pero no lo quita.
¿Puedes identificar la piedra en tu zapato? ¿qué harás con ella? No permitas que te estorben en tu carrera, ¡quítalas de tu calzado! y sigue corriendo...
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