1Juan 5:1-5
En el plano de las relaciones humanas sucede con frecuencia que algunas personas nos caen mal, por cualquier motivo que se te ocurra. Así encontramos que podemos tener muy buena relación con una persona pero no así con su hermano, por ejemplo.
Al leer este pasaje, Juan nos lleva a pensar en nuestra relación con Dios y sus hijos, nuestros hermanos. Nos afirma que si amamos al Padre, también amamos a sus hijos.
Esta declaración me llevó a pensar en mis hermanos creyentes. ¿Cómo me relaciono con ellos? ¿Guardo rencor a alguien? ¿Podría afirmar que los amo? De alguna manera nuestra relación con los creyentes funciona como un indicador de nuestro amor por Dios, nuestro Padre. (verso 2). ¿Cómo se si amo a Dios? (verso 3) Pues obedeciendo sus mandamientos, mandamientos resumidos en una Máxima de Jesús, "amar a nuestro prójimo como él nos amo"
Al leer este pasaje, Juan nos lleva a pensar en nuestra relación con Dios y sus hijos, nuestros hermanos. Nos afirma que si amamos al Padre, también amamos a sus hijos.
Esta declaración me llevó a pensar en mis hermanos creyentes. ¿Cómo me relaciono con ellos? ¿Guardo rencor a alguien? ¿Podría afirmar que los amo? De alguna manera nuestra relación con los creyentes funciona como un indicador de nuestro amor por Dios, nuestro Padre. (verso 2). ¿Cómo se si amo a Dios? (verso 3) Pues obedeciendo sus mandamientos, mandamientos resumidos en una Máxima de Jesús, "amar a nuestro prójimo como él nos amo"
Pero que difícil se hace cuando a tu alrededor solo encuentras agravios, rechazos, odio... Pero Juan nos enseña un arma poderosa y al alcance de todo hijo de Dios, nuestra fe (verso 5).
¿Crees que tienes algún asunto por resolver con alguna persona?¿Cómo podrías restablecer esa relación?
Piensa como podrías amar a tu prójimo esta semana ¿Cuál sera tu primer paso?
Comentarios
Publicar un comentario