Filipenses 3:12-21
Tomate un tiempo para leer la porción de hoy y reflexionemos juntos.
En las publicaciones anteriores meditamos en el propósito de la vida. Cuando pensamos en ello creo que naturalmente lo relacionamos con lo material o la satisfacción que da una profesión o talento. Por ejemplo, ser el mejor abogado, actor, político; o tener una novia, casarme, viajar por el mundo, etc. Si te pregunto cual es tu propósito en la vida ¿qué responderías?
Los ejemplos que te dí son valederos e importantes, si estudias lo haces para tener una profesión, un trabajo seguro y bien remunerado o quizás quieras ser un excelente actor o piloto de carrera, etc. Si aun no lo tienes en claro pues ora a Dios y pide su dirección.
En los versículos de hoy Pablo declara: "No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí." Pablo sabía que su carrera no había terminado, tenía bien en claro su propósito y trabajaba duro por alcanzarlo, y si en el camino se topaba con problemas se levantaba y seguía ¿por que? ¿que lo hacía minimizar sus problemas y seguir adelante? pues su relación con Dios seguro, pero también en el verso 20 Pablo dice "...nosotros somos ciudadanos del cielo..." ¡así es! estamos en la tierra con pasaporte de turista, estamos en la tierra con una misión, y creo que tener un trabajo seguro, ser reconocido públicamente por mi profesión o talento, o viajar por el mundo, etc. solo forma parte del camino que debemos recorrer para alcanzar la meta tu propósito en esta vida.
Piensa por un momento en un avión, los fabrican y los comercializan. Pero el que los compra no lo hace para guardarlo sino para que vuelen. Pero si alguien compra uno, solo para tenerlo en casa y mirarlo, el avión sigue siendo avión aunque no vuele, pero habrá cumplido su verdadero propósito cuando este surcando los cielos. De igual manera pienso que aveces somos como los aviones de exhibición, estamos conformes con ser aviones, abogados, contadores, actrices o atletas, etc. pero nos olvidamos que nuestro verdadero propósito está en los cielos.
Busquemos a Dios en oración y le pidamos que nos revele su propósito para nuestras vidas y que mientras estudiamos una profesión o desarrollamos un talento o trabajemos por un deseo no nos olvidemos que nuestro propósito en esta tierra es aun mayor.

En las publicaciones anteriores meditamos en el propósito de la vida. Cuando pensamos en ello creo que naturalmente lo relacionamos con lo material o la satisfacción que da una profesión o talento. Por ejemplo, ser el mejor abogado, actor, político; o tener una novia, casarme, viajar por el mundo, etc. Si te pregunto cual es tu propósito en la vida ¿qué responderías?
Los ejemplos que te dí son valederos e importantes, si estudias lo haces para tener una profesión, un trabajo seguro y bien remunerado o quizás quieras ser un excelente actor o piloto de carrera, etc. Si aun no lo tienes en claro pues ora a Dios y pide su dirección.
En los versículos de hoy Pablo declara: "No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí." Pablo sabía que su carrera no había terminado, tenía bien en claro su propósito y trabajaba duro por alcanzarlo, y si en el camino se topaba con problemas se levantaba y seguía ¿por que? ¿que lo hacía minimizar sus problemas y seguir adelante? pues su relación con Dios seguro, pero también en el verso 20 Pablo dice "...nosotros somos ciudadanos del cielo..." ¡así es! estamos en la tierra con pasaporte de turista, estamos en la tierra con una misión, y creo que tener un trabajo seguro, ser reconocido públicamente por mi profesión o talento, o viajar por el mundo, etc. solo forma parte del camino que debemos recorrer para alcanzar la meta tu propósito en esta vida.
Piensa por un momento en un avión, los fabrican y los comercializan. Pero el que los compra no lo hace para guardarlo sino para que vuelen. Pero si alguien compra uno, solo para tenerlo en casa y mirarlo, el avión sigue siendo avión aunque no vuele, pero habrá cumplido su verdadero propósito cuando este surcando los cielos. De igual manera pienso que aveces somos como los aviones de exhibición, estamos conformes con ser aviones, abogados, contadores, actrices o atletas, etc. pero nos olvidamos que nuestro verdadero propósito está en los cielos.
Busquemos a Dios en oración y le pidamos que nos revele su propósito para nuestras vidas y que mientras estudiamos una profesión o desarrollamos un talento o trabajemos por un deseo no nos olvidemos que nuestro propósito en esta tierra es aun mayor.
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