Juan 4:34
En la meditación anterior observamos que el Apóstol Pablo estaba dispuesto a sufrir prisiones y hasta la muerte con tal de correr la carrera que tenía por delante y alcanzar la meta que el Señor le había señalado. De igual manera, cuando nosotros conocimos a Jesús nuestras vidas fueron transformadas, cambió nuestro sentido de vivir, y nuestro Señor también nos dio una misión, "que hagamos discípulos de todas las naciones..." Si te estabas preguntando sobre el propósito de la vida, pues éste es parte de tu propósito, dar a conocer a Jesús, predicar las buenas nuevas de salvación.
En el versículo de hoy Jesús dice "mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra".
Todos los días nos alimentamos; desayuno, almuerzo y cena están presente en nuestros días, y hasta algunas colaciones no faltan. Si estás pasando alguna situación financiera difícil tal vez no puedas darte muchos gustos y hasta quizás solo te alimentes una vez al día. Pero es natural tener hambre a veces mas intensamente que otras y buscamos satisfacer esa necesidad. Así también de intenso, como el hambre, era el deseo de Jesús de hacer la voluntad de Dios. Me pregunto si así de fuerte es mi deseo de hacer la voluntad de Dios. Jesús tenía bien en claro cual era su propósito, y deseaba cumplirlo, trabajaba para lograrlo y no tenía intenciones de declinar. Hacer la voluntad de Dios era su alimento ¿es también mi alimento? ¿hacer la voluntad de Dios es tu alimento? ¿es tu principal propósito?
TAMBIEN PUEDES LEER ► "hambre y sed de justicia"
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En el versículo de hoy Jesús dice "mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra".
Todos los días nos alimentamos; desayuno, almuerzo y cena están presente en nuestros días, y hasta algunas colaciones no faltan. Si estás pasando alguna situación financiera difícil tal vez no puedas darte muchos gustos y hasta quizás solo te alimentes una vez al día. Pero es natural tener hambre a veces mas intensamente que otras y buscamos satisfacer esa necesidad. Así también de intenso, como el hambre, era el deseo de Jesús de hacer la voluntad de Dios. Me pregunto si así de fuerte es mi deseo de hacer la voluntad de Dios. Jesús tenía bien en claro cual era su propósito, y deseaba cumplirlo, trabajaba para lograrlo y no tenía intenciones de declinar. Hacer la voluntad de Dios era su alimento ¿es también mi alimento? ¿hacer la voluntad de Dios es tu alimento? ¿es tu principal propósito?
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