Mateo 5:14,15
Quedarse sin luz en casa, a plena noche y con muchas cosas por hacer no es una buena combinación.
Recuerdo cuando una de esas noche estaba buscando algo en casa, lo necesitaba urgente para poder salir y en ese instante se corto la luz eléctrica, no tenía el celular a mano, ni luz de emergencia. Me lleve por delante varios muebles antes de golpearme el hombro con una pared, traté de calmarme y busqué lentamente el celular para que me alumbre y pude continuar sin tropezones.
Que bendición es tener luz en la oscuridad, cuando no la tenemos nos damos cuenta de su importancia en nuestra vida cotidiana.
En los tiempos de Jesús también era importante tener una lámpara para alumbrar la casa, y mas importante era no permitir que se apague, porque no siempre se tenia fuego para volverla a encender.
Jesús les declaró a sus discípulos, "ustedes son la luz del mundo" Te imaginas como habrán reaccionado? El Señor les estaba revelando el carácter del hijo del reino, la naturaleza del cristiano, en pocas palabras les estaba diciendo, ¡tu naturaleza es brillar!
Si encendemos una luz no es para luego ocultarla. Si prendemos una linterna no es para luego dejarla boca abajo. La luz deja al descubierto lo que está en tinieblas, la luz nos guía en el camino. Jesús dijo "Mientras estoy en el mundo, luz soy del mundo" Ésta también es nuestra misión, es nuestro deber, pero también es nuestra naturaleza, brillar. Brillar con la luz del evangelio, brillar para el que se encuentra perdido, sin rumbo y en oscuridad.
Jesús encendió nuestras vidas para que alumbremos a todos los que están a nuestro alrededor.
Quedarse sin luz en casa, a plena noche y con muchas cosas por hacer no es una buena combinación.
Recuerdo cuando una de esas noche estaba buscando algo en casa, lo necesitaba urgente para poder salir y en ese instante se corto la luz eléctrica, no tenía el celular a mano, ni luz de emergencia. Me lleve por delante varios muebles antes de golpearme el hombro con una pared, traté de calmarme y busqué lentamente el celular para que me alumbre y pude continuar sin tropezones.
Que bendición es tener luz en la oscuridad, cuando no la tenemos nos damos cuenta de su importancia en nuestra vida cotidiana.
En los tiempos de Jesús también era importante tener una lámpara para alumbrar la casa, y mas importante era no permitir que se apague, porque no siempre se tenia fuego para volverla a encender.
Jesús les declaró a sus discípulos, "ustedes son la luz del mundo" Te imaginas como habrán reaccionado? El Señor les estaba revelando el carácter del hijo del reino, la naturaleza del cristiano, en pocas palabras les estaba diciendo, ¡tu naturaleza es brillar!
Si encendemos una luz no es para luego ocultarla. Si prendemos una linterna no es para luego dejarla boca abajo. La luz deja al descubierto lo que está en tinieblas, la luz nos guía en el camino. Jesús dijo "Mientras estoy en el mundo, luz soy del mundo" Ésta también es nuestra misión, es nuestro deber, pero también es nuestra naturaleza, brillar. Brillar con la luz del evangelio, brillar para el que se encuentra perdido, sin rumbo y en oscuridad.
Jesús encendió nuestras vidas para que alumbremos a todos los que están a nuestro alrededor.
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