1º de Juan
En estos días comenzaremos a meditar en la primera carta de Juan. Esta es una epístola muy conocida, tal vez nos aprendimos algunos versículos de memoria, si no es así a medida que leamos encontraras muchos versículos que de seguro querrás recordar.
Podríamos decir que Juan escribió esta carta con una gran preocupación por tratar de transmitir las grandes verdades doctrinales y practicas del cristianismo.
En la carta a los Galatas (te animo a que leas las meditaciones anteriores) vimos como Pablo combatió con los falsos maestros que pretendían confundir a los cristianos, y trataban de cambiar el mensaje del evangelio, el mensaje de la gracia, por el del obligado cumplimiento de la ley.
En la carta a los Galatas (te animo a que leas las meditaciones anteriores) vimos como Pablo combatió con los falsos maestros que pretendían confundir a los cristianos, y trataban de cambiar el mensaje del evangelio, el mensaje de la gracia, por el del obligado cumplimiento de la ley.
En esta oportunidad, el problema no viene de afuera sino de adentro de la iglesia. Ya habían pasado muchos años y podríamos decir que estamos ante una segunda o tercera generación de cristianos, cuyo problema nos es el de los falsos maestros que atacaban la iglesia, sino de una iglesia que solo era cristiana por costumbre. Ellos no habían vivido en primera persona los acontecimientos de pentecostes, y poco a poco estaban siendo seducidos por el mundo y las pasiones carnales.
Así podríamos encontrar en la iglesia de ese tiempo, cristianos que consideraban los principios del evangelio muy elevados y exigentes, y pretendían vivir el cristianismo "a su manera".
Así podríamos encontrar en la iglesia de ese tiempo, cristianos que consideraban los principios del evangelio muy elevados y exigentes, y pretendían vivir el cristianismo "a su manera".
En este día te pido que separes un momento para leer de corrido esta carta, léela y no te detengas. Pídele a Dios que te hable y mañana comencemos a meditar en los primeros versos.
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